Amanecía en mi ventana. El Sol entraba ya en mi cuarto y el viento de Levante seguía sacudiendo una vieja camiseta en aquel tendedero de garruchas oxidadas. Debía ser Marzo ó quizás Abril, hacía frío y el silencio se convertía en miedo y las sombras en fantasmas para un niño de seis años. Me esperaba Faito en el portal para ir al colegio. Siempre me esperaba. Los dos muy en silencio, caminábamos por la Cuesta, para llegar al Morro, donde ya esperaba Don Antonio,”el manco”. Su brazo amputado era un recuerdo de la triste guerra entre hermanos.
Todo era normal hasta que Faito mirando desde el monte de las Carmelitas, me indicaba la bahía y todo cambió de pronto. Ya no importaba llegar tarde al colegio. Teníamos que ver los barcos. Grandes barcos negruzcos de todos los tamaños habían tomado la bahía. Faito tiró su mochilita de tela al aire y gritando con todas sus fuerzas exclamó: ¡Hay que avisar a la gente, es la guerra otra vez!
El Sol se llenó de nubes negras y con el alma encogida entramos en el colegio. Don Antonio, ante nuestra historia, empezó a reir pero Faito seguía triste. No se creía que aquellos barcos eran tan solo eso, navíos de guerra de la Escuadra Holandesa atrapados por el temporal en unas maniobras por el Estrecho. Mientras tanto, las olas seguían rompiendo en la Peña Gorda y los niños nos arremolinábamos en la carretera Nueva para ver aquellos barcos.
Por fin, Faito sonreía.
Jose Antonio.
… Y si tú tenías seis años, yo no había nacido o estaba a punto de nacer o era un pequeño bultito de carne sobre una cuna…
La historia me ha encantado.
Voy a poner la de Santi. Después seguiré con la segunda parte de Faito.
No importa demasiado la forma, son historias que irán saliendo y tal como salgan las iremos colgando. El barrio es un filón de historias. Yo también contaré alguna…
By: caberna on 27 marzo 2008
at 18:40
Ya tengo la historia de Santi «Un domingo en mi calle» y la 2ª de Faito «Faito no quería ir al colegio» preparadas para publicarlas pero esperaré al menos un día para cada una, si no se van a pisar unas a otras.
Tranquilos, que hay más días que historias. Pero ir pensando y mandando.
No hace falta que las pongáis en los comentarios si no queréis, podéis enviármelas al correo y yo las cuelgo. En fin, me da igual.
By: caberna on 27 marzo 2008
at 19:24
¡Niños! Supongo que os dais cuenta del extraordinario filón que teneis entre manos. Tenéis la memoria fresca, personajes perfectos, una época jugosísima y además, lo contais estupendamente, ¡oye!
Aquí hay tomate para un libro tela bueno. ¿Lo sabeis, verdad?
By: Milano on 28 marzo 2008
at 10:52
¡Vaya historia! Prometo que la pró-
xima será más alegre.Joder casi me
hace llorar.
Buen fin de semana para todos y todas,
compañeros y compañeras.(Esto lo he
aprendido de Chaves,el Presidente con
CABEZA.(Otra vez con la Cabeza)
By: José Antonio on 28 marzo 2008
at 18:05
Mañana: Rosario,Antonia y nuestro gato.
(una historia graciosa pero con gran dramatismo)
Esto se está poniendo serio y debíamos ver cómo publicarlo.Siempre siguiendo un órden cronólogico y con sentido. En cuanto pasemos a tener diez años, las historias son más dulces,el hambre da paso a la primera olla-Expres, el tocadiscos y las niñas… bueno,sin querer podemos hacer algo que merezca la pena publicar.(Creo)
By: José Antonio on 28 marzo 2008
at 19:19
Todo se andará… Tú sigue escribiendo, que tienes mucho que contar, hermano.
Además, lo cuentas muy bien y es una delicia leerte. Comprendo que no andamos sobrados de tiempo ninguno, pero hay que sacarlo de donde se pueda.
Ánimo.
By: caberna on 28 marzo 2008
at 21:12