Posteado por: caberna | 27 febrero 2010

Serrat/Hernández

Vaya por delante que soy un serratiano confeso desde 1969, y que haga lo que haga el maestro, va a parecerme bien. También quiero declarar que no me considero -ni mucho menos- un entendido en nada de lo que diré a continuación; solo soy un aficionado, y como tal, expresaré algunas opiniones (totalmente subjetivas) sobre el nuevo disco de Joan Manuel Serrat con poemas de Miguel Hernández: «Hijo de la luz y de la sombra».

Me resulta curioso (antes de escuchar detenidamente el disco) que Serrat haya repetido poeta (es la única vez que lo ha hecho) y que justamente haya elegido a Miguel Hernández. ¿Por qué? Tiene que ver -lógicamente- con el centenario del poeta y él lo ha contado en entrevistas estos días… Pero más allá creo que Hernández tiene una contundencia y un ritmo en sus versos que lo hacen inmejorable para ser cantado. Cada palabra dicha es una verdad que cae con peso de plomo, con una claridad cegadora y una musicalidad clásica, eterna, inolvidable. El viejo zorro (Serrat) lo sabe y lo maneja con una maestría y destreza envidiables. Aprovecha la sencillez y la contundencia de Miguel Hernández, «el poeta cabrero» que muestra al mundo sus «Abarcas desiertas», en las que los Reyes Magos no repararán ni dejarán ningún juguete: «Por el cinco de enero/ para el seis yo quería/ que fuera el mundo entero/ una juguetería». (…) «Ningún rey coronado/ tuvo pie, tuvo gana/ para ver el calzado/ de mi pobre ventana».

Buero Vallejo dibujó a Miguel Hernández en la cárcel compartida (Madrid, 1940)

Este poeta salido del pueblo es el pueblo mismo; escribe desde el pueblo y para el pueblo, y sin embargo tiene la altura de cualquier otro poeta más culto que escriba solo para una minoría: «Dale al aire, cabrero,/ hasta que silbe tierno/ Dale al cabrero monte/ hasta dejarle inmóvil/ Dale al monte lucero/ hasta que se haga cielo». Su visión del mundo es sencilla pero distinta: «El mundo es como aparece/ ante mis cinco sentidos,/ y ante los tuyos que son/ las orillas de los míos./ El mundo de los demás/ no es el nuestro: no es el mismo».

Hay en el disco canciones muy bonitas, donde la melodía está en primer plano. Se trata de melodías que, aunque se han adaptado perfectamente al texto, se recuerdan por sí mismas; pueden tararearse así, sin letra, y tocarse con una guitarra, sin más orquestación. Serían como canciones que casi se cantan solas. Aquí estarían -en mi opinión- algunos títulos como: «Uno de aquéllos», «La palmera levantina», «Dale que dale» (del poema original «Silbo del dale») y sobre todo, la canción que da título al CD, «Hijo de la luz y de la sombra«.

Pero también hay otras, en las que el «Noi del Poble Sec» se va pegando al verso como una lapa y despreocupándose de que lo que canta pueda tener más o menos aire y estructura de canción, va alargando notas o encogiéndolas arriba y abajo, para decir todo lo que tiene que decir; parece -a veces- que estuviera leyendo el poema con algo de entonación musical, sin más. Así me parecen: «Canción del esposo soldado»,  «El mundo de los demás», «Cerca del agua», «El hambre» (del libro «El hombre acecha», que se imprimió en Valencia en enero de 1939, salvándose solo dos ejemplares de la toma de la ciudad por las tropas de Franco algunos meses después), «Tus cartas son un vino», «Ante la vida sereno» o «Solo quien ama vuela» (de título original «vuelo», escrito en la cárcel).

Para terminar, quiero enlazaros a la canción que da título al disco «Hijo de la luz y de la sombra». Espero que la SGAE no me cierre esta página por semejante atrevimiento.

Gracias a Serrat por seguir haciendo cultura, enseñándonos a leer y a escuchar poesía, como viene haciendo desde hace tantos años…

Un abrazo.


Respuestas

  1. Gracias guapo, lo ando oyendo

  2. […] Hoy mi amigo Carlos, en su blog nos presenta el último trabajo  de Serrat, que vuelve a cantar a Miguel Hernández.: […]

    • Gracias por el enlace, África…
      Serrat y Hernández se merecen todo el reconocimiento y la promoción que podamos hacerles. Además, es un placer, ¿verdad?

  3. Miguel Hernandez era como aquellos escultores que decían que la obra de arte estaba dentro de la piedra, solamente había que quitar la que sobraba. Su poesía estaba entremetida en montañas de palabras, él quitó las palabras que sobraban, por eso será comprensible desde la prehistoria hasta el fín del mundo.
    Un abrazo, amigo.

    Aunque le faltan las armas,
    pueblo de cien mil poderes,
    no desfallezcan tus huesos,
    castiga a quien te malhiere
    mientras que te queden puños,
    uñas, saliva, y te queden
    corazón, entrañas, tripas,
    cosas de varón y dientes.
    Bravo como el viento bravo,
    leve como el aire leve,
    asesina al que asesina,
    aborrece al que aborrece
    la paz de tu corazón
    y el vientre de tus mujeres.
    No te hieran por la espalda,
    vive cara a cara y muere
    con el pecho ante las balas,
    ancho como las paredes.

    • Seguramente tienes razón, como casi siempre, maestro. Y cuando le quitas las palabras sobrantes, esas piedras que ocultan la verdadera obra, nos queda la verdad descarnada, poesía dura y brava que Hernández nos lanza a la cara para que conozcamos la verdad en estado puro. A veces, sus frases a corazón abierto casi duelen de auténticas que son. Tuvo que ser un hombre muy especial, este Miguel.
      Gracias por tu comentario, Santi.
      Un abrazo

  4. Hernández y Serrat…que buen complemento! Me encanta.
    Además, siempre que oigo a Serrat me acuerdo de ti un montón. Será que siempre he sabido que te gustaba? 🙂
    Oye, si a pesar de lo que vale la entrada del Maestranza, decidís venir…no olvidéis avisarme…eh!
    Un besazo,

    • Gracias por el piropo… ¡¡Nada más y nada menos que Serrat te recuerda a mí!! Da gusto tener amigas como tú.
      Bueno, lo del Maestranza está muy crudo, hermana, nada menos que 120 eurazos. Creo que se pasan… aunque comprendo que el teatro conlleva más gastos, pero podían hacerlo en la plaza de toros y poner precios más populares, como antes, ¿recuerdas? veíamos a los grandes como Serrat, Victor Manuel, Ana Belén, Miguel Ríos, etc, por mucho menos dinero… ¿Qué ha pasado con la subvención de la cultura? ¿Ya no interesa? No sé, no sé, con el cuento de la crisis estamos perdiendo el norte, me parece, en algunas cosas importantes: los libros, la música, los conciertos, el teatro…
      Un beso y gracias por pasarte por aquí.

  5. Me parece un tandem magnífico Serrat-Hernandez, Hernandez-Serrat, lo poco que he escuchado del disco me encanta , yo también me confieso serratiana y creo que algo de razón tiene Gebird, a mi tu forma de cantar tambien me lo recuerda

    • Pues gracias también a ti, Rosi, por esa maravillosa comparación.
      Yo estoy escuchando el disco cada vez con más atención y me van gustando mucho las canciones, pero poco a poco; es cierto que no te gustan así de pronto todas, sino que van gustándote, como esos platos de sabor un poco extraño.
      Un beso.

  6. Que hay que decir màs de lo que dicho està, simplemente hay que entenderlo, comprenderlo y ponerlo en pràctica.
    Serrat no es Dìos pero Dìos si sabe quien es Serrat.

    • Gracias, Liberto, por esa bella frase, y por pasarte por aquí. Hasta pronto.


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