Me lo copió y me lo mandó mi hermano. Me lo puso en un comentario de otra entrada, la de Nuevas Tecnologías de «Yo Mismo». Pero me tocó la cuerda sensible, ésa que siempre tengo dispuesta a la buena poesía, a Benedetti. Y lo puse aquí, más cerca de la luz del sol que entra por esta ventana los días que no hay temporal de agua, ni el viento de Levante ensombrece la calle Terraplén.
Y a él se lo dedico, a Jose Antonio, que aunque viva del comercio, tiene -como aquéllos del Renacimiento- alma de poeta.
NO TE SALVES
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
solo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
solo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
Mario Benedetti (1917-2009).
Pues es una preciosa dedicatoria.
Un abrazo
By: Gebirg on 30 enero 2010
at 22:01
Muchas gracias hermano.Ahora si
que quedó bien.A veces un simple
susurro de Benedetti te hace andar
veinte ó treinta años hacía atrás de
tu vida.
Como bien dices,no todo es vender,
ni comprar.Hay otras cosas.
Un abrazo de recogimiento dominguero.
By: josé antonio on 31 enero 2010
at 18:45
…particularmente nuestro, Benedetti, siempre tan contundente, como una sonata para piano de Beethoven.
Norabuena hermanos.
By: Santiago on 31 enero 2010
at 20:33