Me dirijo a ti como si pudieras escucharme.
Te hablo de tú porque te he leído tanto que me parece conocerte.
Te digo adiós pero me quedo siempre contigo porque estás en lo que escribo.
Cantaste algo tan difícil como los sentimientos, y lo hiciste con las palabras justas, sencillas y rotundas.
Te miraste en el espejo de los que menos tienen para reivindicarlos:
«Que todo el mundo sepa que el Sur también existe».
Supiste ver la luz de una mujer y su alegría:
«Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza.
Entonces domiguea el almanaque,
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan».
Explicaste como nadie la fuerza del amor:
«Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice y todo,
y en la calle, coco a codo,
somos mucho más que dos».
Comprendiste el secreto para ser eterno:
“Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos”.
Ya nunca podrá un poeta
escribir sin pensar en esto.
Ya eres de todos, ya eres nuestro…
Hasta siempre, querido maestro.
Se nos fué el maestro
No podemos retenerlo
aunque sea nuestro
pero vive en nuestro alma
Nos quedan todos sus versos
sus alegrias,sus llantos
hechos todos sentimientos
y eso querido maestro
todo eso es ya nuestro.
«Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres»
Estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos.
Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.
By: José Antonio on 18 mayo 2009
at 11:33
Vaya, hermano, me han sorprendido estos versos. Veo que cuando quieres sacas hasta la vena poética. Son preciosos. Un fuerte abrazo.
By: caberna on 19 mayo 2009
at 08:26
Siempre estará con nosotros
By: Africa Puente Cristo on 18 mayo 2009
at 17:35
Cierto, África, lo bueno de estos grandes personajes es que aunque mueran, nos quedan sus obras y a través de ellas siempre estarán un poco vivos en el recuerdo de los lectores (en este caso).
By: caberna on 19 mayo 2009
at 08:28
..esto es triste. Es verdad lo que se dice a veces en estos casos: que quedamos un poco huérfanos.
By: Milano on 19 mayo 2009
at 08:11
Es verdad lo de la orfandad, pero por otra parte, parece que a los grandes artistas, escritores, etc, se le valora mucho más una vez que han desaparecido.
¿Por qué será que en este mundo haya que morirse para que se te tenga en cuenta?
En el caso de Benedetti, seguro que ahora empiezan a sacar colecciones y colecciones de sus obras y a venderse como rosquillas. Cosas que pasan…
Un abrazo, compadre.
By: caberna on 19 mayo 2009
at 08:33
lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene
hoy está más allá
de las nubes que elige
y más allá del trueno
y de la tierra firme.
A partir de hoy habrá mas alegría en el Parnaso, Apolo estará contento, una nueva Musa le está llegando del Monte Helicón.
By: Santiago on 19 mayo 2009
at 22:51
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
Hasta siempre.Nunca dije a
nadie lo que te admiraba.Quizás
hoy sea el momento.Hoy me has
vuelto a sacar con tus versos del
tormento del diario,de pensar que
esta vida cotidiana es a veces un
mal sueño y que aquí no termina
la batalla.Ahora desde donde estés
pensarás en voz baja:Ahí me dejé
a estos tontos,peleando para nada.
By: José Antonio on 20 mayo 2009
at 08:49
Me emociona tanta belleza, pero tenemos su legado que es grande en fondo y formas
By: Rosi Sentís on 20 mayo 2009
at 20:50