Hoy habla mi compadre Milano de ellos. Sí, de aquellos profesores, MAESTROS en el sentido más clásico, el de enseñar el camino. Justamente hoy, al cumplirse los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, me acuerdo de ellos.
Me refiero a los que nos fueron inoculando su pensamiento, contagiando sus convicciones, inyectando sus principios, aderezando y sazonando el plato futuro, dejando la semilla que crecería poco después en aquellos jóvenes adolescentes que escuchábamos en las aulas. No sabíamos muy bien todavía nada de lo que eran los Derechos Humanos, ni la democracia (¡Jesús, que horror!), pero sí recuerdo que notábamos la diferencia entre unos profesores y otros. Nombres como los que hoy cita mi compadre: Don Antonio Aróstegui, Don Cecilio, Don Carlos Possac, Don Victor, Don Félix Carrasco, Don Juan Díaz… (y les pongo a todos el Don con mucho orgullo) fueron los faros que empezaron a iluminar un camino que no solo estaba oscuro, sino que ni siquiera sabíamos que existiera.
Hoy, al leer la maravillosa entrada de Milano, me han venido un montón de recuerdos de “aquéllos”. Había alguno, como Don Félix Carrasco, que era capaz de hacer que te gustara el latín con 14 años, y encima lo hacía con una ternura y una simpatía que no olvidaré… Otros, como el profesor Aróstegui, me contagió con 16 años el gusto por la filosofía mientras dejaba el aroma de su pipa volar por la clase… Y de todos ellos, recuerdo el respeto que mostraban por sus alumnos (lo que marcaba una gran distancia respecto a los demás profesores y hacía, lógicamente, que el respeto fuera mutuo). Don Carlos Possac, Don Victor, Don Juan Díaz… hacían que te sintieras distinto en su presencia. Como enseñante, fue la mejor herencia que pudieron dejarme, y que he procurado imitar a lo largo de mi vida profesional. Ellos me enseñaron que el respeto de los alumnos hay que ganárselo y no imponerlo.
Hoy, mi querido Milano, al leerte, he sentido que tenía que escribir sobre ellos, sobre lo importante que fueron para aquellas generaciones de estudiantes que pasamos por sus aulas.
Y como no podía ser menos, tengo que ponerle música. La canción «Mi sueño» habla de ellos. Para ellos y para ti, compadre.
[…] eso, que es el día que se conmemoran los Derechos Humanos, la gente de mi norte, Caberna, Milano, Geógrafo lo han reflejado en sus […]
By: Derechos Humanos « Africa Puente Cristo (una mujer de Ceuta) on 11 diciembre 2008
at 00:52
Siempre os he envidiado, a los enseñantes me refiero. Precisamente por la satisfacción de ver cómo antiguos alumnos guardan en su recuerdo la imagen de su viejo profesor. Eso es una cosa que os debe llenar de una enorme satisfacción, y que nadie os puede quitar…
…mis pólvoras no me dicen nada, son muy bruscas ellas…
By: Milano on 11 diciembre 2008
at 08:39
¡Que bonita entrada y que gratos recuerdos! creo que ahora,cuando ya peinamos canas , nos damos cuenta de lo que significó sus enseñanzas.
No hace mucho en uno de mis múltiples viajes a Ceuta, mientras comiamos en un restaurante árabe observé en una mesa un matrimonio muy mayor que comia y charlaba animadamente, me fijé y ¡oh sorpresa! era Don Carlos Posac y señora, me acerqué a saludarles ,lógicamente él no me reconoció, pero cuando le dije quien era se acordaba de mi estupendamente, fué un gran momento para los dos.D. Carlos me enseñó, entre otras muchas cosas a amar las piedras.
By: Rosi Sentís on 11 diciembre 2008
at 14:11
Gracias, África, por asomarte a esta ventana que es la tuya.
Mucha suerte para el futuro que tenéis por delante y sigue dando la batalla.
Un beso
By: caberna on 11 diciembre 2008
at 21:02
Milano, jejejej, me ha hecho mucha gracia que tus pólvoras sean muy bruscas y no te digan nada.
No me extrañaría nada que cualquier día de estos consigas que te hablen ¡¡¡ hasta las pólvoras!!!
Un abrazo, monstruo.
By: caberna on 11 diciembre 2008
at 21:05
Rosi, gracias por acercarte por aquí. Espero que lo pasaras muy bien en tu reciente viaje a Ceuta.
Yo tengo un recuerdo muy agradable de D.Carlos Posac. Tenía una forma de hablar muy dulce, sencilla y sin embargo intelectual… Creo que aparte de un sabio era un hombre muy educado y lo demostraba con los alumnos.
Un beso.
By: caberna on 11 diciembre 2008
at 21:09
Por cierto, en esta entrada, quería haber hecho mención a un dato muy revelador, pero por olvido (flaca memoria la mía) lo pondré aquí:
ESPAÑA NO SE ADHIRIÓ A LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS HASTA ¡¡¡¡ 1976 !!!!, o sea hace cuatro días.
Creo que es un dato muy significativo y que no conviene olvidar a la hora de buscarle antecedentes a nuestras cosillas…
By: caberna on 11 diciembre 2008
at 21:44
Recuerdo el primer día de colegio, el maestro me preguntó:
¿Tú eres el nuevo?
-no, tengo ya seis años, la clase entera prorrumpió en una risotada, que con dos varazos en la mesa la clase se apaciguó como miés acamada por el viento. Todavia perduraba el polvillo producido por los impactos, cuando encontré la mirada clavada en mí de D. José Pardo Martín, Colegio del Pilar, le decían «el maño», unos segundos después soltó una carcajada que contagió a los demás alumnos.
Tuve la suerte de saludarlo unos meses antes de que muriera, lo acompañaba D. José Manjón Cabezas, se acordaba de mí y de mis hermanos perfectamente, hasta me recordó anécdotas que las tenía olvidadas. Un gran hombre.
Años después, tuve un profesor de cálculo, allá por el año 71 ó 72, con el 19 delante por supuesto, rodeados de la policía antidisturbios, nos hizo una síntesis de lo que iba a pasar en España en los años venideros, todo lo que dijo se ha ido convirtiendo en realidad, profetizó lo de la operación Galaxia, el tejerazo, la intervención del Rey, el triunfo del PSOE, incluso el descontento de la ciudadanía con la democracia, la entrada en Europa.
Nunca olvidaré a este señor con su jersey por los hombros, calvo y miope, que de vez en cuando miraba por la ventana para ver las evoluciones de los grises mientras se oían las canciones de Paco Ibañez en un casette portátil.
By: santiago on 11 diciembre 2008
at 22:16
Frase-sentencia-del dia:
FELIZ NAVIDAD Y
PRÓSPERO 2.010
Ahí queda eso… opinen ustedes-vosotros.
By: José Antonio on 12 diciembre 2008
at 10:31
Es curioso, Santi, que a todos nos marcó o nos marcaron algunos de los viejos maestros que tuvimos. Yo espero ser capaz de dejar alguna huella positiva en aquellos alumnos que han pasado y que pasan por mis clases, es lo único y lo más bonito a lo que se puede aspirar, a que alguien «mañana» te recuerde con agrado.
Precioso comentario el que nos has dejado hoy, Santi. Muchas gracias.
Un fuerte abrazo.
By: caberna on 12 diciembre 2008
at 21:46
Querido Jose Antonio: Había escrito otra cosa aquí, pero para nada iba con mi filosofía de «a mal tiempo, buena cara». Así es que: Pongamos la cara al viento, apretemos ese cinturón que cada día cuesta más ajustar, volvamos al chopped si no nos llega para el jamón y deseemos un próspero año 2010…. Pero primero el 2009, hombre, que te las saltao con una pizquita de intención.
Un fuerte abrazo.
By: caberna on 12 diciembre 2008
at 21:54