Se llama Dolores y es ecuatoriana.
Ella es una de las personas “sin papeles” que permanecen encerradas en la Universidad Libre de Bruselas.
Javi ha trasmitido su mirada y con ella, argumentos, razones, miedos, reproches, angustias, peticiones, desazón, energía, dignidad, desesperanza, lucha, coraje, dolor…
La miro a los ojos y veo preguntas, muchas preguntas, y todas empiezan con un ¿por qué…
Intuyo bondad en su mirada, hasta ternura, y sin embargo hay también un tono rojo de ira contenida, de reproches lanzados como cuchillos.
Sus ojos me traspasan cuando estoy un rato mirándola; es una mirada clara, limpia, segura, decidida… pero también un poco perdida, como dirigida al vacío, acostumbrada a chocar con muros en los que rebota una y mil veces como una pelota de tenis.
Está dolida con un mundo que no la acepta y al que ella quiere pertenecer, ha decidido, ha elegido -como persona libre- pertenecer.
Cuando me mira siento que debo pedirle perdón. Tiene esos ojos que te ponen las personas cuando las has ofendido.
Y pese a todo, es amable y simpática. Ha intentado esbozar una medio sonrisa cuando la cámara la enfocó, pero sus labios apenas han llegado a dibujarla.
Miradla durante un minuto seguido a los ojos. Seguro que os dicen un montón de cosas. A mí me parece que están gritando: ¡JUSTICIA! ¡JUSTICIA! ¡JUSTICIA!
Querida Dolores: Quiero contarte la pena que siento al verte.Tambien siento vergüenza de lo que entre todos hemos hecho contigo. Eres una mujer libre, joven, guapa y sin embago, por culpa nuestra, eres una mujer presa, avejentada y hasta fea por las circunstancias que te rodean.
Desgraciadamente hay millones como tú, solo por culpa nuestra.
Pero no vale apenarnos, avergonzarnos, poner el grito en el Cielo al verte. Busquemos soluciones para que vuelvas a ser libre, joven y guapa y borres de tu mente todas tus malas aventuras hasta llegar a Bruselas. Te han engañado mil veces, quizás hayan abusado de tí a cambio de promesas, de comida, de trabajo que no existe.
Cumplamos con aportaciones a ONGS limpias. Desde nuestros sitios, ayudemos a quien podamos, sean ecuatorianas, nigerianas, marroquies o de cualquier nacionalidad. Mi mujer y yo lo hacemos desde hace mucho tiempo, pero como tú, Dolores hay demasiadas personas reclamando una vida digna en un mundo egoista y cruel.
Quiero mandarte un beso. Un beso con lágrimas de arrepentimiento al ver como somos.
Mucha suerte Dolores.
By: José Antonio on 7 agosto 2008
at 10:56
Dolores, dolor precisamente es lo que yo siento al mirarla, por esa raices perdidas,por esa hambre sufrida, por esas ilusiones desperdiciadas,por ese futuro incierto, e indignación por la cruzada de brazos y el desvio de mirada sobre todas las Dolores de este jodido mundo
By: Rosi Sentís on 11 agosto 2008
at 09:49