Posteado por: caberna | 11 junio 2008

SILENCIO

Salgo del trabajo a media tarde. La calle está desierta a esa hora en que todavía el sol incendia los capós de los coches (que diría Joaquín Sabina). Al principio no me sorprendo mucho, pues a veces encuentro el mismo panorama al salir. Sin embargo, esta tarde, el centro del pueblo también está con muy poca gente. El silencio es sepulcral. Oigo mis propios pasos al andar, y eso, a las siete de la tarde en un pueblo de Andalucía, es algo raro.

Pienso en lo que habrá pasado. Podría ser que la gente, sumida en un absoluto pánico por la posibilidad de desabastecimiento de los supermercados dada la huelga de los transportistas, haya salido corriendo despavorida (como el indio “caballo loco”) hacia las estanterías del Carrefour con intención de llevárselo todo a casa y poner allí una tienda (“La tienda en casa”, digo yo).

Sin embargo, no se trata de eso, no. Sigo caminando sin ver a casi nadie y de pronto, en el silencio de la tarde barreña, oigo: ¡¡¡Gooooooooool!!! El grito unánime de un montón de gargantas me rodea, me llega de todas las ventanas y puertas de los vecinos y de los bares abarratados (o sea, con la barra llena) y casi me hace dar un respingo porque no me lo espero y porque además vengo ensimismado en mis pensamientos «tan a gustito» (como Ortega Cano cantara).

Pues sí, ahora todo tiene sentido. Ni la crisis del petróleo, ni la huelga de los camioneros, ni tampoco una invasión extraterrestre tienen nada que ver con este silencio. Yo es que, en mi ignorancia futbolera, había olvidado que España jugaba con Rusia, qué digo jugaba, SE jugaba con Rusia el ser o no ser de la Eurocopa. Y el gol-cantado, el grito desaforado, la pasión desbordada del vecindario devuelve a la calle su sonido habitual. Pero pasados unos momentos… otra vez, el silencio.

Ha sido una tarde estupenda. Que se repita.


Respuestas

  1. Se ha sentido igual en todo el País.
    Hasta los salvajes de la huelga han
    abandonado por un momento sus in-
    tenciones de seguir hundiendo nuestra
    economía para gritar con sus asquerosas
    gargantas ¡¡¡ Gol !!!

  2. Cuando yo estudiaba, habian algunos profesores que estaban verdaderamente obsesionados con el tiempo libre que tendríamos en el futuro, el problema tan gordo que tendría la humanidad de saber en qué íbamos a emplear tanto tiempo de ocio, porque el trabajo lo harían las máquinas, y nosotros a dormir la siesta y todas las noches sarao. Ya nos veían convertidos en unos depravados, solamente pensando en divertirnos y pasarlo bien, la industria del futuro sería la del esparcimiento, habría que inventar juguetitos para entretener al personal.
    Que vista tuvieron aquellos señores, así de gilipollas salimos sus alumnos.
    Menos mal que a mi el fut-bol ni fut ni bol, porque es que no veo a la seleccion española desde que jugaba Diestéfano, allí en el bar La Oficina, sentado en el rodapié de la barra, cayéndote cáscaras de gambas y espinas de boquerones que ponían con el chato de vino, que digo yo que ya había aficion para aguantar semejante sacrificio, de aquellos partidos no recuerdo ninguna jugada, lo que si recuerdo con agrado el rótulo final «REALIZACION RAMON DIEZ», que descanso, por fín a casita. Salir corriendo cuesta abajo para que en la carrera se le cayera a algunos la corona de laurel que se le había formado con los desperdicios.
    Pues eso, a lo que iba, que menos mal que no me gusta ese deporte, porque no tendria tiempo para ver ni un partido, desgraciadamente para mí, aún no ha llegado la era del tiempo libre desmesurado.
    Besitos a todos los miembros y miembras.

  3. Caberna este reloj está dos horas atrasado o es que estamos escribiendo en medio del atlántico.
    Con razón siento un fresquibiri en los pinrreles.

  4. Sí, ya estaba yo notando algo de fresco… pero pensé que había saltado levante.
    No sé qué le pasa al reloj, pero la verdad es que va como le da la gana.
    Y es verdad, Santi, lo de la cultura del ocio que comentas. Yo también recuerdo aquella época en que a los profesores del instituto les dio por hablar de que en el futuro tendríamos que estar preparados para no hacer nada, solo divertirnos. ¡¡Y una leche!! ¿Qué dirián ahora que la Unión Europea nos va a poner 65 horas de trabajo a la semana? Sí, digo bien, no es un error, ¡¡¡65 horas a la semana!!!

  5. MAÑANITAS DE SABADO

    Hoy no he madrugado para no encontrarme con las gaviotas del sábado pasado. Pero peor, me encuentro con un joyero, y no de los de hacer «joyos» que se esos tampoco hay ya a no ser inmigrante de blanco y negro o color, según le paguen.
    Este hombre me pone ya el cuerpo malo. Que si no vende, que le sobran existencias y empleados, que le han cortado el credito en el banco (que es como cortar el agua en el momento que te coje enjabonado debajo de la ducha). En fin, una fiesta para empezar bien la mañana.
    Lo veo tan mal que le pago el desayuno. Los consejos no le valen… -Míralo desde la parte positiva, sal afuera y cómete el Mundo, saca el vendedor que llevas dentro. Pero el hombre, lejos de alegrarse con mis palabras (que hasta me pueden valer a mí que casi estoy en la misma historia) me enseña «El Melilla hoy» díario de información local, y me lee:
    – Las cebollas han subido un 157% y las sardinas el 69. ¿Qué voy a hacer ahora? Ya no podré hacer mis espetos en mi chalet con ensaladas de cebolla.
    Me quedo mudo. No tengo palabras. El gobierno con su descontrol en huelgas, precios y llamar a todo como no es, ha conseguido por primera vez en la historia de este país, acongojar hasta a los ricos.Ha conseguido que los supermercados se vacien de exitencias, que las gasolineras
    pongan el letrerito de «agotado» que la población pierda los nervios y quieran pegarle a la «Espe» de Madrid en su visita a un hospital, que quemen un camión con el camionero dentro. Tremendo país loco,solo contentado con el fútbol que está por ver en la Eurocopa o por esa Feria del Agua que por poco si se pierde antes de estrenarse ante la furia incontenida del Ebro.
    Yo, con mi cachondeito le digo al joyero:
    – Solo te falta que te deje Dios embarazao.
    Y él me contesta: -A mi no, pero a mí hija le ha hecho una barriga su novio.
    – Mira Antoñito, ayer fué el Santo de los dos, vete «parriba» que yo me voy «pabajo» se me
    vaya a pegar algo tuyo.
    Cabizbajo, voy fumándome el primer Marlborito de la mañana, cuando de pronto, empiezo a
    ver de nuevo…
    Gaviotas, gaviotas, gaviotas…

  6. ¡¡Vaya con el joyero!! Le pone a uno los ánimos por los suelos.
    Creo que en su caso, como en el de tantos otros que ahora ponen el grito en el cielo pidiendo ayudas y subvenciones para seguir… No se trata de que estén perdiendo, lo que seguramente les pasa es que están ganando menos. Claro, ahora llega el tiempo de las vacas flacas, pero no les oí decir ni pío cuando han estado ganando a manos llenas…
    Es curioso ver lo que ha ocurrido últimamente… Se produce un paro de una patronal minoritaria en el sector del transporte y con unos modos bastante mafiosos, paralizan el país. Y a eso le llaman huelga de los trabajadores del transporte. ¡Y una leche!
    No quiero ver fantasmas por todas partes, pero hay sectores de la sociedad española a los que les viene bien que la cosa vaya mal (cuanto peor, mejor). A lo mejor se puede echar abajo a un gobierno de otra forma que no sea en la urnas…

    Por otra parte Solbes (el ministro del ojo caído) no quiere ni oír hablar de crisis. Creo que a las cosas hay que llamarlas por su nombre. ¿Que hay de malo en llamarle crisis a esta situación económica mundial y sobre todo europea que estamos viviendo?
    Sin complejos, a cada uno lo suyo. Claro que hay crisis, aunque técnicamente sea una desaceleración o crecimiento mucho más bajo del que hemos tenido en los últimos cuatro años (en que por cierto éramos el país de Europa que más crecía, aunque tampoco interesaba según a quien, reconocerlo)
    Como siempre, hermano, todo es según el color del cristal con que se mira…
    Sigo pensando que todo no es rosa, ni negro, pero lo del joyero es pa meterse en un «joyo».
    Ojalá todos los problemas de los españoles fueran que «les van a salir más caras las barbacoas que preparan en sus chalets a los amigos»
    El último que apague la luz.
    Un abrazo.

  7. Por Dios, Solbes con b.

    Sé que se te ha escapado el dedo (las teclas están juntas) pero cualquiera que no te conozca no pensará lo mismo.

    Por lo demás, yo este año no me quejo del fútbol. ¡No vaya a ser que ganemos y no pueda ir a celebrarlo!

    Por cierto que hay una canción de Silvio Rodríguez, ahora no recuerdo cuál, que también dice «gaviota, gaviota», y es preciosa.

  8. Gracias por la corrección, mi pequeño saltamundos… Error subsanado. Debí poner Solbes con «v» por aquello de veo, veo, qué ves, veo a Solbes con el ojo al revés (je, je).
    NO, yo tampoco me quejo del fútbol. Es una bendición, pues cada vez que hay partido en la tele, se hace un silencio en la calle que vale su peso en oro. Puedes ir de compras, todo para ti, los pasillos del Carrefour, las cajas…
    A ver si llegamos a la final.
    Un abrazo.
    PD.- NO conozco la canción de Silvio. La buscaremos.


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